Las medicas de familia Micaela Amor y Carla Irazabal analizan la relación actual entre paciente y médico/a.
La pandemia puso en relieve la fragilidad de nuestro sistema de salud. Muchas personas tuvieron que atenderse en instituciones que desconocían (y las desconocían) e interactuar con profesionales que solo estaban capacitados-as para atender un tema. La salud fue puesta en valor por la sociedad, pero no pudo brindar las respuestas que esa sociedad necesitaba.
Muchos diagnósticos se vieron retrasados y muchas personas quedaron a la deriva sin poder conseguir su medicación crónica o tuvieron que esperar para realizar sus consultas anuales de salud.
En estos tiempos que corren de hiperconectividad, en algún momento se perdió el contacto con aquel o aquella profesional que nos conocía desde siempre, esa persona que era un lugar seguro para contar miedos, dudas y que pudiera acompañarnos en el proceso longitudinal de salud/atención/enfermedad/cuidado.
La medicina general y familiar (así es el título completo) y su auge actual, viene a poner sobre la mesa la importancia de reconectar con ese tipo de relación médico/a – paciente. La medicina se superespecializó, perdiendo así el foco en la importancia de la prevención y la promoción de la salud.
Si solo nos ocupamos de curar creemos que si uno no está enfermo está, directamente, sano.
Sabemos bien que no es así, que es un proceso, que necesita atención por momentos y necesita cuidados por el otro. La salud es un todo que precisa analizarse de manera integral.
Los análisis de rutina y generales no existen porque la vida tiene poco de rutinaria y general, cada uno y cada una tiene sus vivencias, sus antecedentes y su agenda.
En nuestra especialidad, la agenda que los pacientes traen en la consulta es igual de importante que la que gestamos nosotras a medida que escuchamos lo que nos cuentan. Una buena relación médico/a paciente pone en común esas agendas para trabajar con objetivos a corto, mediano y largo plazo, entendiendo que puede haber emergentes y que el sistema de salud no está disponible solo cuando nos enfermamos, no hace falta preocuparse sino ocuparse y qué mejor que junto a un profesional o una profesional que brinden tranquilidad.
Medicina general
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