Se celebra un nuevo Día Mundial sin Tabaco. La fecha pide por menos subvenciones a los cultivos y mayores facilidades para que los agricultores incursionen en otros cultivos menos nocivos. Además, en América Latina la implementación de impuestos al consumo todavía resulta baja.
Como sucede todos los años, se celebra este 31 de mayo el Día Mundial sin Tabaco. La efeméride, instaurada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), busca crear conciencia acerca de la epidemia de tabaquismo y sus consecuencias letales para la población. El tema elegido para este 2023 es “Cultiva alimentos, no tabaco”.
La OMS recuerda que el cultivo de tabaco es perjudicial para la salud y denuncia que las empresas tabacaleras interfieren en los intentos de sustitución por cultivos con algún valor nutricional. En esta campaña, además, pide a los gobiernos que dejen de subvencionar al cultivo de tabaco y ayuden a los agricultores a cambiarlos por otros que mejoren la seguridad alimentaria y la nutrición. Por otro lado, en América Latina poco es lo que se ha avanzado en la regulación impositiva. Ya varios estudios han indicado que resulta la medida individual más costo-efectiva para reducir este nocivo hábito.
El tabaco es el único producto de consumo legal que mata hasta la mitad de sus usuarios, cuando se emplea exactamente según las indicaciones del fabricante. Y eso se nota en las estadísticas de América. En la región, mueren cada año un millón de personas debido a su consumo. Las etiologías se reparten entre enfermedades cardiovasculares (15%), cáncer (24%) y patologías crónicas respiratorias (45%).
Atento a ello, la OMS trabaja desde 2007 en la implementación del paquete de medidas MPOWER. Incluyen estrategias de control del tabaco, tales como: (M) monitorear la prevalencia del consumo de tabaco y las políticas de control del tabaco, (P) proteger contra la exposición al humo del tabaco, (O) ofrecer ayuda para el abandono del tabaco, (W) advertir sobre los peligros del tabaco, (E) hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio del tabaco y (R) aumentar los impuestos a los productos de tabaco.
En América Latina se asiste a una disminución en la prevalencia del hábito tabáquico en la población. Este, pasó del 28% en el 2000 a un 16,3% en el 2020. Aunque algunas metas indican que en 2025 la prevalencia debería estar por debajo del 14,9%. “Es innegable que, en general, se ha avanzado en el control del tabaco y que gran parte de la experiencia adquirida está llevando a actuar sobre otros factores de riesgo para contraer enfermedades no transmisibles”, comentan en la OMS. Pero agregan que “este progreso dista mucho de ser suficiente en todo el mundo y en Latinoamérica en particular”.
En la región, el aumento del precio del tabaco a través de los impuestos es la política con menor cobertura de la población (13%). Y no se registra aumento de dicha medida desde 2018. La situación dista mucho de la observada en otras regiones, como por ejemplo Europa. Allí, varios estados aplican impuestos indirectos totales, que representan al menos 75% del precio de venta al por menor de la marca de cigarrillos más vendida. En América Latina solo se contabilizan tres países con este objetivo cumplido.
Numerosos estudios han establecido que cuando los impuestos conducen a un aumento de los precios del tabaco reducen considerablemente su consumo y la prevalencia del tabaquismo.
Dicha medida es de gran utilidad y costoefectiva, especialmente en países con ingresos medios o bajos. Ya que generalmente no cuentan con adecuados recursos para poner en marcha programas de abandono de consumo. Aplicados en dicho contexto, los impuestos ayudan a reducir la brecha existente entre países.
“La tributación representa una situación beneficiosa para todos, tanto para la salud pública como para las finanzas públicas”, comentan en la OMS. Desde la entidad creen que la baja implementación de la medida también se debe a interferencias generadas por la industria tabacalera. “Propalan información engañosa y exagerada, acerca del impacto de los impuestos en el comercio ilícito del tabaco, o el perjuicio que generarían en los ingresos públicos”, se lamentan.
Informe sobre el control del tabaco en la Región de las Américas 2022/ Organización Panamericana de la Salud.
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