El uso del Pembrolizumab, la relación entre disfunción cardíaca y la resonancia magnética serían positivos en el tratamiento del cáncer de mama. Por otro lado, la extirpación de las trompas de Falopio durante la histerectomía reduciría el riesgo de cáncer ovárico.
Los resultados suplementarios del ensayo KEYNOTE-522 muestran que la supervivencia libre de eventos a los 36 meses es un 37% mejor cuando el cáncer de mama triple negativo temprano se trata tanto antes como después de la cirugía con pembrolizumab de Merck más quimioterapia. Esto, en comparación con la quimioterapia neoadyuvante sola. La tasa con el fármaco, que Merck vende bajo la marca Keytruda fue del 84,5% frente al 76,8% de los receptores de placebo (P<0.001).
“Los resultados del ensayo apoyan el uso de pembrolizumab más quimioterapia neoadyuvante con platino, taxano y antraciclina. Seguido de pembrolizumab adyuvante tras la cirugía, como régimen de tratamiento para pacientes con cáncer de mama triple negativo temprano de alto riesgo. Más allá del estado de expresión de PD-L1 del tumor”, concluyen el doctor Peter Schmid, del Instituto del Cáncer de Bart en Londres y sus colegas en el New England Journal of Medicine.
En 2020, los investigadores informaron que el fármaco produjo una respuesta patológica completa significativamente mejor. Los 1.174 participantes en el ensayo tenían la enfermedad en estadio II o III sin tratar. Los autores afirman que los acontecimientos adversos fueron coherentes con los problemas conocidos asociados tanto a la quimioterapia como al pembrolizumab. Merck pagó el estudio. Los resultados se publicaron originalmente el 15 de julio.
En una cohorte de mujeres con cáncer de mama HER2 positivo, el uso secuencial combinado de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) tridimensional ecocardiográfica con la tensión longitudinal global (GLS, en inglés) y circunferencial global (GCS) bidimensional permitió hacer una evaluación más oportuna y precisa para diagnosticar la disfunción cardíaca asociada con el tratamiento oncológico (DCATO) que al utilizarlas por separado.
“A menudo, nos basamos en determinaciones individuales para identificar la DCATO (por ejemplo, un ecocardiograma 3D para estimar la FEVI). O, también, el riesgo de una futura DCATO (por ejemplo, GLS, GCS, troponina, BNP). Sin embargo, a pesar de usar estas técnicas, aún pasamos por alto a los pacientes con DCATO”, dijo Paaladinesh Thavendiranathan, del Hospital General de Toronto, Red Universitaria de Salud.
“Nuestros hallazgos son un nuevo enfoque para que los médicos consideren cuando piensan en la DCATO”, agregó. “En lugar de pensar en una sola determinación, deberían pensar en su combinación para definir qué pacientes tienen una alta o baja probabilidad de padecer DCATO”.
En JAMA Cardiology, el equipo de Thavendiranathan publica los resultados de 136 pacientes, de unos 51 años, con cáncer de mama. A todas se les hizo una ecocardiografía, prueba de troponina I de alta sensibilidad (hsTnI)y pueba del péptido natriurético tipo B (BNP). Además de una resonancia magnética cardiovascular (RMC) cada tres meses antes y después de la terapia con antraciclinas. Pero, durante y después de la terapia con trastuzumab.
Las determinaciones ecocardiográficas incluyeron FEVI bidimensional, LVEF tridimensional, GLS y GCS en pico sistólico. La DCATO por LVEF se definió como un cambio relativo superior al 15% y hsTnI y BNP anormales, como, respectivamente, 26 pg/mL y 35 pg/mL o más en cualquier punto de seguimiento.
La DCATO se detectó en el 27% de los casos por RMC, en el 23% por FEVI bidimensional, en el 22% por FEVI tridimensional, en el 42% por GLS, en el 50% por GCS, en el 24% por BNP y en el 10% por hsTnI.
Como determinación única, la FEVI tridimensional tuvo mayor sensibilidad y especificidad para definir la DCATO por RMC que la FEVI bidimensional. Mientras, que GLS tuvo mayor sensibilidad que la FEVI bidimensional o tridimensional. JAMA Cardiology, online 9 de febrero del 2022.
La extirpación de las trompas de Falopio durante la histerectomía o en lugar de la ligadura de trompas, un procedimiento conocido como salpingectomía oportunista (SO), estuvo asociada con una reducción del cáncer de ovario seroso y epitelial en un estudio retrospectivo.
“Los médicos tendrían que analizar la indicación de la SO con sus pacientes e informarles sobre la seguridad y la evidencia preliminar de la efectividad del procedimiento”, dijo la doctora Gillian Hanley, del Pabellón de Investigación del Hospital General de Vancouver.
“Aún no tenemos un método de detección eficaz para el cáncer de ovario; por lo tanto, la prevención es nuestro mejor enfoque y estos datos sugieren que la SO es una estrategia de prevención segura y eficaz”. “Claro que las pacientes pueden desistir de la SO, pero las únicas contraindicaciones son la presencia de una mutación genética. Esto aumentaría el riesgo de desarrollar cáncer de ovario. Es así, ya que recomendamos que se extirpen las trompas y los ovarios en los casos con riesgo genéticamente aumentado, y planificar un embarazo”, agregó. “Tampoco recomendamos que los cirujanos alteren el método de acceso quirúrgico a las trompas. Esto es más relevante con la histerectomía vaginal porque a veces es difícil acceder a ambas trompas”.
El estudio publicado en JAMA Network Open incluyó a unas 25.000 mujeres, de unos 40,2 años, tratadas con una SO y monitoreadas durante unos 3,2 años, y más de 32.000 mujeres, de unos 38,2 años, tratadas con una histerectomía solamente o una ligadura de trompas (grupo control) y un seguimiento de 7,3 años.
No hubo cánceres de ovario serosos, pero sí cinco o menos cánceres ováricos epiteliales en el grupo tratado con una SO. Mientras que las cifras ajustadas por edad esperadas eran, respectivamente, 5,27 y 8,68. En cambio, la cifra esperada versus la observada ajustadas por edad para el cáncer mamario (22,1 v 23) y colorrectal (9,35 v 8) no difirieron significativamente.
“Estos hallazgos sugieren que la SO está asociada con una disminución del riesgo de desarrollar cáncer de ovario”, señalaron los autores.
En las mujeres portadoras de variantes patógenas no BRCA1/2 que confieren un riesgo moderado a alto de padecer cáncer mamario, la detección temprana a partir de los 30 o 35 años por resonancia magnética (RM) reduciría significativamente la mortalidad, de acuerdo con un estudio de modelado.
El equipo de la doctora Kathryn P. Lowry, de University of Washington, Seattle, utilizó modelos de simulación de la Red de Modelado de Intervenciones y Vigilancia del Cáncer. También, datos del Consorcio de Estimaciones del Riesgo de Cáncer Relacionado con la Susceptibilidad para estimar los efectos de distintas estrategias de detección en portadoras de las variantes patógenas en los genes ATM, CHEK2 o PALB2 descubiertas en 1985.
El riesgo promedio estimado de desarrollar cáncer de mama en algún momento era del 20,9% en las mujeres con las variantes patógenas en ATM, del 27,6% en CHEK2 y del 39,5% en PALB2, según publica el equipo en JAMA Oncology.
Con todas las variantes, el equipo proyectó que la mamografía anual entre los 40 y 74 años reduciría la mortalidad por cáncer mamario un 36,4-38,5% versus no hacerla, con 2.092-2,224 falsos positivos y 279-296 biopsias benignas. La pesquisa temprana por RM anual a partir de los 35 años, seguida de una mamografía y una RM anuales a partir de los 40, reduciría un 54,4-57,6% la mortalidad por cáncer de mama. Esto, con 4661-5001 falsos positivos y 1280-1368 biopsias benignas por cada 1.000 mujeres. Los autores también estimaron que la RM anual a partir de los 30 años, seguida de una mamografía y una RM anuales a los 40, reduciría un 55,4-59,5% la mortalidad, con 5075-5415 falsos positivos y 1439-1528 biopsias benignas por cada 1.000 mujeres.
A la vez, iniciar la mamografía anual a los 30 años en lugar de hacerlo a los 40, junto con el uso de la RM, no redujo significativamente la mortalidad. Pero sí elevó los falsos positivos y las biopsias benignas. Las portadoras de variantes patógenas en PALB2 obtuvieron el mayor beneficio de la detección temprana por RM. Esto, ya que en ese grupo se evitó la mayor cantidad de muertes por cáncer mamario con la mayor ganancia en esperanza de vida.
Esto, para los autores, no sorprende por el aumento del riesgo de desarrollar cáncer mamario en estas pacientes y su mal pronóstico cuando aparece la enfermedad.
Por último, los autores señalan que no se estudiaron intervalos de detección más prolongados en las mujeres con susceptibilidad genética al cáncer de mama. Se necesitarían ensayos clínicos para evaluar los resultados de la pesquisa por RM cada dos o tres años. De acuerdo con la edad y combinado con mamografías.
https://bit.ly/3oskFiq The New England Journal of Medicine, online Feb 9, 2022.
JAMA Cardiology, online 9 de febrero del 2022.
JAMA Network Open, online 9 de febrero del 2022.
JAMA Oncology, online 17 de febrero del 2022.
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