Estas guías se elaboraron mediante un trabajo interdisciplinario del Grupo Intersectorial de Salud, Alimentación, Medioambiente y Competitividad (Gisamac) y contienen un decálogo de recomendaciones de dieta basado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la Organización de las Naciones Unidas para el 2030.

De acuerdo con los especialistas que las desarrollaron, las nuevas guías alimentarias constituyen un cambio de paradigma, ya que se basan en evidencia científica, contaron con un riguroso desarrollo técnico y las respalda el consenso de un equipo multidisciplinario de alto nivel, sin conflictos de interés, al ser un proceso libre de la participación e interferencia de la industria de comida chatarra.

Entre otros aspectos, las guías identifican la importancia de evitar productos no saludables, incluido el alcohol, y advierten sobre la importancia de no utilizar fórmulas infantiles, es decir, los sucedáneos de la leche materna que pueden dañar la salud infantil.

Las 10 recomendaciones son:

1. Durante los primeros seis meses de vida, los bebés necesitan solo leche materna. Después se debe combinar con otros alimentos nutritivos y variados hasta, por lo menos, los dos años de edad.
2. Consumir más verduras y frutas frescas en todas nuestras comidas. Las de temporada son más económicas. Cuando sea posible, consumir las de producción local.
3. Consumir diariamente frijoles, lentejas o habas preparados como guisados, sopas o con verduras. Tienen proteínas y fibra. Son alimentos prácticos y económicos.
4. Elegir cereales integrales o de granos enteros como tortillas de maíz, avena, arroz o tubérculos como la papa. Tienen vitaminas y fibra y dan energía.
5. Comer menos carne de res y carnes procesadas. En su lugar, consumamos más frijoles, lentejas, huevo, pollo y pescado. Por salud y cuidado del medio ambiente, elegir más alimentos de origen vegetal.
6. Evitar los alimentos ultraprocesados como embutidos, papitas, galletas, pan dulce o cereales de caja, ya que tienen mucha grasa, sal y/o azúcar. Optar por alimentos sin sellos.
7. Tomar agua natural a lo largo del día y con todas las comidas, en lugar de bebidas azucaradas como refrescos, jugos, aguas preparadas con sobres en polvo y bebidas deportivas que pueden dañar la salud.
8. Evitar el consumo de alcohol, por el bienestar físico, mental y familiar.
9. Hacer más actividad física como caminar, correr o bailar, en lugar de pasar tiempo sentados o frente a la pantalla (celulares, televisión, videojuegos y otros). ¡Cada movimiento cuenta!
10. Disfrutar de nuestros alimentos en familia o con amigos cuando sea posible. Participar todos en la planeación y preparación de las comidas, sin desperdiciar alimentos.

Plato del Bien Comer

Como parte del trabajo, también se presentó el Plato del Bien Comer, una representación gráfica que comunica los cinco grupos de alimentos: frutas y verduras; granos y cereales; leguminosas; alimentos de origen animal; aceites y grasas saludables.

Con ellos se pueden elaborar dietas saludables, sostenibles y accesibles económicamente, para mejorar la nutrición y salud de la población, cuidando el medio ambiente.

El 50% del plato debe contener frutas y verduras de temporada y de producción local; el 22%, granos y cereales; el 15%, leguminosas; el 8%,  alimentos de origen animal, y el 5%, aceites y grasas saludables (en su forma natural y sin sellos).