Según un reporte de 2019, ese año ingresaron 61.700 nuevos estudiantes al Ciclo Básico Común (CBC) de la Universidad de Buenos Aires. La facultad de Medicina obtuvo la mayor cantidad de alumnos: 18.673. Dentro del campo de las ciencias médicas, las carreras más elegidas fueron Medicina, Enfermería, Nutrición y Kinesiología.

La carrera de Kinesiología, particularmente, ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años. Entre otras razones, porque se amplió el número de casas de estudio que la presentan entre su oferta de carreras.

Por eso, en el Día Nacional del Kinesiólogo y la Kinesióloga, Océano Medicina Magazine dialogó con Analía Paglione, estudiante de Kinesiología, próxima a graduarse.

Analía estudia en la Universidad de Buenos Aires. Tiene un perfil en Instagram sobre alimentación, llamado @comerbien.ok, que cuenta con más de 80.000 seguidores. En su red social, no solo convida a sus usuarios recetas diarias de platillos saludables, sino que también fomenta el cuidado de la salud.

-¿Qué la motivó a estudiar Kinesiología?

-Comencé el CBC pensando en estudiar Fonoaudiología. Dentro de las carreras de Medicina era la que más me interesaba en ese momento, porque tenía la idea de trabajar con niños/as. Cuando concluí el CBC, desde la facultad me solicitaron que realizara un examen con una fonoaudióloga. Finalmente, no aprobé ese examen, ya que me diagnosticaron que arrastraba la ese. Para resolverlo, tenía que realizar un tratamiento de ortodoncia y una corrección en mi dentadura que me tomaría, al menos, dos años. Como no quería dejar pasar tanto tiempo sin estudiar, indagué sobre las carreras que compartían materias con el CBC de Fonoaudiología. Fue entonces cuando Kinesiología llamó mi atención. La carrera me ofrecía la posibilidad de trabajar con niños/as y dedicarme de forma mucho más personalizada a un paciente que otras carreras del ámbito de las ciencias médicas.

-¿Cuáles cree que son los temas más destacados en el área de la kinesiología en este momento?

– En este momento resulta clave el rol del kinesiólogo en terapia intensiva, el manejo de los respiradores, la ventilación mecánica. Actualmente, los kinesiólogos que se dedican al área respiratoria están teniendo mucho trabajo. Se está investigando mucho sobre esa área porque al ser el SARS-CoV-2 un virus nuevo, no se sabe con exactitud cuáles serán las secuelas que dejará.

-¿Cómo imagina su futuro profesional, estando tan próxima a recibirse?

–Me gustaría tener mi propio consultorio y dedicarme en profundidad a cada paciente. En particular, me interesan las técnicas manuales, musculoesqueléticas.

-¿Qué especialidad le gustaría seguir?

– Como primera opción, me inclino por Pediatría y, dentro de esta, Neuropediatría. Pero aún no lo tengo definido. Me gustaría ejercer entre tres y cuatro años para realmente saber hacia dónde quiero dirigir mis estudios próximos. Me interesaría realizar cursos en el área vestibular, que es un área no muy conocida y, sin embargo, proporciona muy buenos resultados a los pacientes.

-¿Tiene la idea de virar el perfil de su cuenta de Instagram hacia contenidos más vinculados con la kinesiología?

-El perfil de Instagram @comerbien.ok no tiene relación con el área de kinesiología. Lo hice para brindarles a las/os usuarios ideas sobre qué cocinar y comer cada día, variar los platos, incorporar vegetales, frutas y verduras. Entonces, no cambiaría el perfil porque mis seguidores esperan ese contenido. Sin embargo, creo que la cuenta me servirá como una herramienta de difusión, para darme a conocer como kinesióloga.

-¿Cómo cree que la pandemia repercutirá en su profesión, tanto desde el punto de vista de las/los pacientes como de la práctica profesional misma?

– La pandemia impactará en nuestro trabajo. Desde el lado de los pacientes, habrá más consultas kinesiológicas por las secuelas que puede dejar la COVID-19 (tanto respiratorias como musculoesqueléticas). Hay pacientes que a causa de la enfermedad se encuentran internados varios días, inmovilizados en una cama, y eso tiene sus consecuencias. En este sentido, las/los kinesiólogos tendremos la tarea de ayudar a rehabilitar a esos pacientes. Por otro lado, también veremos un aumento de las consultas a raíz de los cambios de hábitos producidos durante el aislamiento social obligatorio. Durante ese lapso, la mayoría de las personas pasaron, por ejemplo, de ser muy activas a estar en situación de sedentarismo absoluto. Y eso también tiene sus consecuencias a nivel físico.

En cuanto a las/los kinesiólogas/os, hay un punto en el cual la pandemia nos ha favorecido. El tema del distanciamiento y los protocolos para evitar la propagación del virus permitió que se disminuya la cantidad de pacientes que atiende un/a kinesiólogo/a por hora (en los grandes centros de salud y obras sociales). Esto les da la posibilidad a las/los profesionales de que la consulta con cada paciente dure más tiempo, lo cual permite realizar una buena anamnesis, llegar a un tratamiento adecuado y resolución de la patología.