El proyecto apunta a reducir el tiempo invertido en traslados riesgosos de pacientes o en la realización de resonancias magnéticas

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El tiempo invertido en alcanzar el diagnóstico de un traumatismo intracraneal puede ser un factor crucial para la rápida recuperación o para el desarrollo de mayores complicaciones en el paciente, según sea el caso. Con la intención de generar un instrumento que determine con efectividad y rapidez las características de los golpes, aneurismas y accidentes cerebrovasculares, dos investigadores argentinos desarrollaron un dispositivo inalámbrico que permite al equipo de salud detectar trastornos hemodinámicos intracraneales en menor tiempo.

Marcos Guevara y Nicolás Pech, egresados de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño (Faudi) de la Universidad Nacional de Córdoba, fueron los autores de este prototipo llamado Hemonir, que apunta a reducir el tiempo invertido en traslados riesgosos de pacientes o en la realización de resonancias magnéticas o tomografías computarizadas y a lograr, en cambio, un diagnóstico preciso y rápido que se transmite digitalmente.

Hemonir funciona con una luz infrarroja que aprovecha la cualidad refractora del cromóforo de la hemogloblina para poder evaluar la gravedad de la lesión. Con este método, conocido como espectroscopía de infrarrojo cercano (NIRS, por sus siglas en inglés), es posible conocer la cantidad de sangre acumulada debajo del tejido óseo del cráneo y el estado de los vasos sanguíneos.

El instrumento puede capturar en solo un minuto información en ocho puntos distintos de la cabeza, y esta data puede ser descargada luego a través de un dispositivo USB o por señal de bluetooth a computadoras o teléfonos móviles.

La Universidad Nacional de Córdoba explica, en un comunicado de prensa, que “Hemonir pesa apenas 235 gramos y el 80% de los elementos que lo componen puede ser desarrollados en el país. Su costo de fabricación es de aproximadamente 160 dólares”. En cuanto a su forma, es similar a una corona, lo que hace que su uso y traslado sean sencillos. Para utilizarlo, puede ser necesario colocar un collarín que inmovilice el cuello del paciente.

“Hemonir aporta al sistema hospitalario de diagnóstico por imagen un procedimiento previo, rápido, preciso y accesible, que descomprime tiempos y dificultades de los equipos de alta complejidad. De esa manera, amplía la capacidad de respuesta y disminuye posibles riesgos”, agregó Marcos Guevara.

El desarrollo de este dispositivo les tomó dos años a los autores, y requirió de un trabajo multidisciplinario con la colaboración de miembros del departamento de Biomodelos del Hospital de Niños de Córdoba, así como de los investigadores Gastón Laphitz y Ezequiel Pavón quienes ya habían estudiado el espectro infrarrojo NIRS y cómo censar la absorción de luz infrarroja a través de la hemoglobina. Desarrollaron la placa y calibraron el dispositivo emisor-receptor NIRS para detectar colecciones de sangre a través del cráneo. Pech y Guevara esperan, ahora, generar alianzas para que su prototipo pueda producirse y formar parte del equipo de emergencias médicas.

La Organización Mundial de la Salud califica a los traumatismos como una epidemia desatendida en los países en desarrollo.